miércoles, 29 de junio de 2016

¿Cómo?

Nada es justo. Todo es prestado.
Las personas falsean. Los alterados se chocan.
La ciudad se ensucia. Los tiempos se acortan.
Los deseos se posponen. La locura sucumbe.
¿Cómo es entonces que todo eso se elimina
con un abrazo como el de ayer?
escrito en Jun./2013 aprox.

sábado, 25 de junio de 2016

Atmósfera

Plantada la atmósfera
de escuetas situaciones
de incorrectas correcciones
de saturación,
cargada de efectos sin causas
que agilizan los dedos
que quieren contar historias.
Plantada la atmósfera, invadiendo
se encuentran ellos mismos:
los dedos perniciosos
en dilemas instantáneos,
escribiendo y borrando a la vez.
Porque en el camino cabeza-papel
las bifurcaciones son constantes
las vías son muchas
tergiversan las mil cosas
que desean contar los dedos.
Se vuelcan retazos
de la atmósfera intolerable
en un mar angosto
pero tan infinitamente profundo
(tan angosto
que no se cansa de ser profundo),
acarreando esas búsquedas desagradables,
pesadez en la atmósfera
y reinicio a la ruta cabeza-papel,
con más cuidado
para no estropear
las cosas que los dedos
ansiosos tratan de vomitar.
escrito en Ene./2012 aprox.

viernes, 24 de junio de 2016

Esta lengua

Con la miel pegajosa escribí tu nombre. Lamí las letras con placer y preferencias: primero una S, después una A. Sentí en mi garganta tu nombre entrando, ingresando en un torrente lento de saliva, y me fascinó el sabor, más que de miel, era de cerveza escuchando los Beatles, más que de miel, era del sabor simple del sexo, venerado y honrado, con besos ahogados; más que de miel, era sabor a pan, a paz, a “Por” deletreado por Spinetta, sonando bajo, lejano en Artaud.
Con la miel pegajosa escribí tu nombre, y me sonrojé de dulzura, tratando de no embriagarme con tus gotas más espesas, más espesas y ariscas.
Unté todo, con tu nombre: la mesa, las paredes, el piso. Mi lengua danzó feliz y absorbió tu nombre de a ratos, como dosis necesarias y exquisitas, diarias.
Mi lengua serpenteó tu nombre, los recovecos de la O, los deslices de la L, y tragó con éxtasis toda la fonética, toda la pronunciación y liberación de tu nombre, escrito y reescrito, enfatizado y apostado, dispuesto al derecho y al revés, en todas las posturas y situaciones, donde la garganta me dolía, donde la garganta me pedía que grite, donde la miel me ardía y me mostraba que tu nombre no duele, pero que si exagero empalaga, que tu nombre se puede saborear, y que voy a cometer el gran pecado de dejarme pegotear por vos, figurado en un tarro de miel, por el sonido de tu nombre llamado por mí y por esta puta lengua que constantemente te busca.

escrito en Jun./2015 aprox.

miércoles, 22 de junio de 2016

Justo donde no lo estaba buscando

Miro arriba, a la ventana...
no es porque quiera mirarla
sino porque estoy justo enfrente,
la parada de colectivos
siempre estuvo en este lugar
así que no es nada nuevo.
Miro la ventana
con la frialdad con que mira un muerto
y al instante me doy cuenta
que no extraño nada.
La ventana está más allá,
no queda nada de lo que pasó adentro.
Peor aún, me doy cuenta que
nunca lo extrañé, nunca.
¿Cómo puede ser que ahora lo vea tan claro?
Ahora, de qué me sirve.
Nunca extrañé esa presencia
y ni siquiera me perturbó un poco la ausencia.
Y yo ahí
engañándome a mí y a todos,
qué caradura fui.
Ahora tan claro,
la diferencia tan simple
el extrañar y el no
la diferencia entre blanco y negro,
así de evidente, y no lo veía,
sin embargo, en el momento.
Yo, la fría.
Mientras que lo que sí quería
estaba escondido justo justo
donde no lo estaba buscando.
escrito en Jun./2012 aprox.

martes, 21 de junio de 2016

Cada encuentro

Cada encuentro puede ser:
una simbiosis perfecta,
una lucha de titanes,
un juego de cama,
un derroche,
un mensaje inconcluso,
un caos existencial,
una avalancha de satisfacciones,
una tormenta eléctrica,
un chirrido de puertas,
una constelación,
un libro de Cortázar,
una lluvia embriagadora,
un circo de locuras,
un conteo de abrazos,
una máquina de hacer pájaros,
una nube que vuela.
O todo eso junto.
escrito en Mar./2012 aprox.

domingo, 19 de junio de 2016

Lambda

Hola lambda, buen día querida
hoy andás de paseo otra vez.
¿Qué decís esta vez,
qué significás?
¿Serás la columna de una matriz...
o simplemente un string vacío?
¿Significarás un cero un uno un cero un uno
un cero un cero un uno,
...o no significarás una mierda?

Oh lambda, hola
te he extrañado, querida amiga.
Te dibujan torcida, extraña o en negrita
pero a vos sólo te importa
jugar con tus amigas:
la psi, la alfa, y la omega.
Mientras yo te canto
un huayno desesperado
para que bailes mientras
que tu longitud k
es calculada por unas gentes
que tienen ganas
de romper las pelotas.

Hola lambda, chau lambda.
¡Y llevate a epsilon! contigo
que ahora me hago una sopa
con los miles de strings
que se concatenaron,
por tu culpa.
escrito en Ago./2010 aprox.

sábado, 18 de junio de 2016

viernes, 17 de junio de 2016

Propina

Inventen el servicio
de delivery de cervezas y abrazos
incluyan maní salado
y algún olvido intravenosa.
Que al repartidor no se le pase el tiempo
y la cerveza llegue fría,
el abrazo caliente
y el olvido en dosis justa.
Y no vaya a ser que espere propina;
ando pobre de mí.
escrito en Mar./2016 aprox.

domingo, 12 de junio de 2016

Querido diario



Hoy me mudo. Pero de vida.
A mi alma me la extirparon y se la comieron,
como Tom Cruise se comió la placenta de su hija recién nacida.

escrito en Oct./2014 aprox.

miércoles, 8 de junio de 2016

Loquitos

La pared tiene formas raras y el cielo, colores estridentes,
todo se mueve de manera obtusa y vos, vos te pedís un jugo
y estoy a solas y a la vez, con el mundo
me callo
y la puerta de este bar de Asunción dice Estire en lugar de Tire.
Y lo veo
siento cómo agarro sin cuidado la manija de la misma
y al querer abrirla,
se estira de manera infinita, mientras la traba del picaporte se mantiene en su lugar
inmutable
y el vidrio como un líquido transparente continúa dilatándose mientras sigo
intentando abrir la maldita puerta.

Me asusta un bocinazo, vuelvo en mí
y me duele mucho el cuello
"rectificación", dice la radiografía,
la puta madre, digo yo.
El mareo es atemporal,
el piso es un conjunto de surcos sin sentido,
mis pies son bolsas de plástico,
y todos son loquitos
el de la esquina, es un loquito, grita sobre Obama cosas inentendibles,
la que atiende el bar es una loquita, a cada segundo se enoja.
Vos sos un loquito,
y los paraguas te miran de manera muy extraña.
Yo soy una loquita
me ponen histérica las personas que me recomiendan shoppings,
me divierte que la puerta se estire y que me den miedo los transeúntes.
Imito las voces,
me pierdo,
sigo callándome porque es lo que mejor me sale
todos se van volviendo locos
como dice el tango
loca yo, loco él.
Todos locos...
Y en la muerte nos veremos tan orates como imbéciles,
si es que no es lo mismo desde el vamos.
Y ahí bien loquitos sembraremos pánico con nuestro aliento.
Pero en el mientras-tanto
yo, loquita,
en una mesa recuerdo las estupideces
con las que dejé de sentirme identificada a lo largo de mi vida.
No importa si es Buenos Aires, Resistencia o Asunción, ¿es que no te das cuenta que sucede igual?

¿No ves que va la luna rodando por Callao?

escrito en Feb./2016 aprox.

martes, 7 de junio de 2016

No importa

No importa si es invierno o verano
siempre se espera tu mirada.
Aparecer como nube pasajera,
hacer llover, hacer arder.
No sólo no alcanza lo que se suma,
también duele creer en lo que ya fue,
no se rompe un lado del alma de la nada,
hace llover, hace doler.
Pero si querés olvido todo lo que fui
y me siento de nuevo bajo el sol
y espero tu mirada caminar
hacia mí, hacia el calor.
Nada menos que acostarnos en el cosmos
y despertar y hacer llover
sobre tu pelo, como nube pasajera,
ser invierno, ser verano, una vez.
escrito en el 2007 aprox.

domingo, 5 de junio de 2016

Domingo/Dominó

Las piezas del juego se arman de una forma simple, comenzando por la primera (en posición vertical), siguiendo por la segunda (en la misma posición que la anterior, pero medio o un centímetro desplazado de la primera), continuando con la tercera (ídem) y así sucesivamente, recreando rectas, curvas, figuras, caminos.
Todo va bien hasta que uno de los dos golpea apenas la primera pieza.
Es fascinante de niños ver cómo cada una tumba a la siguiente y la siguiente a la siguiente, como una corriente de viento que las lleva a inclinarse contra su voluntad, encontrándose todas, en menos de un segundo, recostadas una sobre otra, a excepción de la última pieza que cae, que es la que se recuesta sobre el piso o donde sea que se halle el dominó así dispuesto.
Pero de niños siempre vemos las cosas con más fascinación que de grandes. Hoy, para mí, ver caer la primera pieza puede resultarme (en ocasiones) una tormenta de miedo, un caos. Ver desmoronarse el dominó es ver la destrucción de los pentagramas, explotando en mil pedazos, para que todos ellos me encuentren luego acongojada y perdida, en un día como hoy, un domingo de esos que no se saben ubicar en la semana, uno de esos domingos piloteados a medias, porque no quedan ganas, porque la desolación es peor que la resaca, y porque las manos ya no pueden rearmar el dominó.
escrito en el 2012 aprox.

miércoles, 1 de junio de 2016

Septiembre

Septiembre infame y glorioso
trajín fulero.
Septiembre, dos paredes,
una de invierno, otra de primavera.
Septiembre dice Te quiero
y qué grave es que me quieran.
Septiembre, una vorágine
risas, vientos fuertes, recitales.
Dos días en el pueblo,
un mes entero en la garganta.
Septiembre, modo de olvido
olvido de esmeralda y de flor naranja.
Septiembre servida en bandeja
primavera cambiante y de escondite.
Septiembre dualidad de conceptos,
de historias, y de esperanzas.
"Uno arma la versión,
ese es un buen remedio", dice una canción.
Septiembre es una mentira, una premonición,
un sindicato de duendes que no colaboran.
Septiembre, convergencia absoluta
say no more, but Heroes en la radio.
Septiembre, treinta días
pero quizás quinientas mil interminables horas.
Septiembre pesa, anda incorruptible
encadenado a las orejas.
Septiembre de pogos, de pozos, de polos.

Por eso pido octubre
porque octubre no es navidad ni año nuevo,
no es verano calcinando
ni bufanda de invierno.
No es soliloquio, sino par doble,
dos personalidades de dos
en una sola mano
ganando la jugada.
escrito en Sep./2012