miércoles, 31 de mayo de 2017

Un sueño de manifiestos

Salvaje en una distancia atroz
zumbando oídos y odios ajenos
se encuentra el sempiterno desvío de una ensoñación carnívora
que nos atrae y nos repele, como un mantra negativo.
Crecer es horrendo, hay cosas mejores siempre.
Vomitar el aprendizaje y suprimir el desconcierto
funcionan como placebo cuando la tristeza abunda.
No lloremos ni recemos, nos basta con solo cruzar los dedos,
cruzar los cambios, cruzar las cruces.
En las espaldas, el abismo y el mar,
uno estando ahí sólo debe elegir.
Después, que el odio se disuelva, que lo agrio se disuelva,
que el cráneo reviente en un rayo de tormenta
y que nadie nos obligue a reconstruir nuestras partes
ni a seguir, ni a crear
si no lo hacemos con las venas ardiendo.
escrito el 12/May./2017

No hay comentarios.:

Publicar un comentario