en canales impuestos por hermandades
que cósmicas y siderales
marcaron el camino hasta encontrarnos.
Los pies se fueron deshaciendo
hasta mimetizarse con la tierra,
desentramando los hilos anudados con sólo
animarse a cruzar
(pan...queso...pan...queso).
La carne se vio a sí misma omnipotente
y así fue.
Enredó toda ciencia en una ley,
en un teorema, en un conjunto de axiomas,
en este amor que puedo demostrar matemáticamente
como la ley cero de la termodinámica
lamiendo tu calor.
Es simple conexión inconexa de dioses,
amatoria descomposición de dedos,
caligrafía de tu lengua en mí,
senderos que sigue tu mirada
posándose en el vaso, sirviendo el brebaje,
tobogán de algoritmos inciertos
y glosarios acertados que invaden
todo concepto previo.
Así de simple se complica lo elemental,
así hoy estás y no estás, así la vida,
así el imperio del otoño se avecina,
así el viento nuevo arremolina,
y deseo esta soledad y esta compañía
así de dual, así de furtiva
angustiosamente tuya y mía.
escrito en Feb./2017 aprox.
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