ya quiero dejar de usar la palabra miedo
en mis regurgitaciones hiperbólicas que terminan en letras editadas.
Después hicimos eco en los aplausos
hacia nuestros abrazos.
¡Qué arabescos raros tienen los deseos!
Podríamos ser hipocondríacos con clase,
bastardos mirando novelas mexicanas,
pero no,
porque la basura nos espanta
y la marea nos atormenta.
Pudimos ser, y seremos,
seres astros pieles brazos
etcéteras y etcéteras
(arbolitos con canciones)
que se perpetúan
y se extinguen
mientras nace un día nuevo.
¡Pero qué arabescos raros tienen los deseos!
escrito en May./2014 aprox.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario