No es que yo sea fácil de convencer. Es que en ciertas ocasiones todo es heroico, salvaje, ameno y preciso, entonces aprovecho para perderme en felicidades que caben en una mano y en visiones que caben en un ojo. Así es como una simple mancha en el piso se convierte en un infinito universo, lleno de quásares, así es como una breve mirada con otro pasajero se transforma en una historia de casualidades cósmicas inevitables, así es como un segmento de sol en la cara se torna, en un segundo, en el frío de una sombra intrigante cuando el bondi dobla por Ávalos.
No es que yo sea fácil de convencer. Es que en ciertas ocasiones el héroe se llama auricular y la muerte se llama timbre y la humanidad se llama ceder un asiento y crecer se llama levantarse en el momento adecuado en el que faltan cinco segundos para llegar a destino, y descender.
escrito en Dic./2016 aprox.
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