seducís al tiempo y a mi débil ser.
Parece que las voces no hacen caso y corren,
parece que llueve porque suda la piel.
Es la misma esfera la tuya y la mía,
es la misma idea la que temés pensar.
Buscar no tener miedo hace que te asustes más.
La identidad de tus ojos perdiendo la cordura
me hace acordar a la canción de una vez.
Y la melodía suena sagrada en tu boca
y me duele ser yo quien la escuche
sin poder besar cada frase sonriendo
sino, ser testigo desde lejos, muy lejos.
Porque causás algo en mí que no importan las palabras
y sí importa el sentido de saberte así
sin cordura, nada más seduciendo,
al tiempo, al viento, al miedo, a mí.
escrito en el 2007 aprox.
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