Coca Cola, no quiero saber cuál es el sabor de la Navidad,
ni quiero ser la chicaPanteneesteverano.
No quiero nada de eso, nada de insania.
Palabras
que salen del botín de olvidados
y de una bibliografía incurable que padezco
sólo quiero palabras
que me expliquen la injusticia
y que me relaten lo que voy sintiendo
porque yo ya-no-sé.
Como gusanitos, palabras.
Y que me inunden las ganas idiotas de aclamarme
inerte
fundida, en mi propio caos de lagrimitas podridas.
No, Coca Cola, no quiero tu Papá Noel,
quiero pistas.
Quiero dejar de insolarme bajo este verano imbécil
que no dice nada
quiero perpetuar la inexistencia de mi voz
cuando callo por querer decir tantas cosas prohibidas
quiero olvidarme que tengo este miedo
que escribo
que me cuelgo de las bestias de las pesadillas
que desconfío de mi reacción ante un abrazo
quiero olvidarme del consumismo absoluto de las masas
que hacen fila en Carrefour con un pan dulce bajo el brazo
y no piensan en poesía
y no saben nada del dolor que causa la poesía
y no tienen ni idea de la ausente paz que lleva la poesía.
Sólo saben
si lo compraron con frutas o con chips de chocolate.
escrito en Dic./2015
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