sábado, 6 de agosto de 2016

Hic et nunc

Por un motivo casi cinematográfico, el chofer del colectivo se lanza a la fuga solemne pero con el semáforo en verde, como corresponde. Los que cruzamos la peatonal somos transeúntes sin veletas ni gps emancipando nuestros pies con atajos desordenados. Cansan las escaleras, pero tratamos de que no, para que se nos haga más fácil el día. Nos perpetuamos en mates cebados a la ligera, conversaciones risueñas, y lloviznas vistas desde la ventana. Nos sacudimos la humedad de estos días, vacíos de alma y completos de planteos, pero hoy, hoy yo quiero vivir el hoy, y mantenerme firme en un ahora caótico y hermoso.
El ahora donde me pierdo, me doy a la fuga como el colectivo pero hacia mis senderos internos, con el nombre de todas las personas que veo y amo, con el sonido de todas las canciones y voces que me gustan, con el tacto memorando las suavidades y rugosidades de todo lo que toco. Existir pero siendo. Ahora.
La búsqueda es presente. Y te mando besos por celular y te invoco en las extremidades de mi cuerpo. Soy mar que desconozco pero por suerte, soy ahora, y pienso para mañana pero cada vez menos, sólo en lo suficiente (eso intento). No tengo motivos para quejarme de mi hoy. Siento que te tengo cerca aún lejos, siento que tengo suerte. Siento que me tengo a mí, entera, hecha, feliz.
Y me celebro.
Y hecho a la mierda la dependencia en todas sus formas: yo te amo pero soy libre. Yo te abro los brazos (ahora) pero te dejo ser. No vibres en otra sintonía, sólo en la tuya. No pares. Ahora estamos para vivir. No pensemos en mañana. No nos dejemos olvidar del ahora.
escrito en Jun./2015 aprox.

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