lunes, 9 de abril de 2018

Soy el poeta

Sacudió el libro lleno de tierra
leyó cada palabra como consumiendo mundos
hambriento
petrificó sus miedos y los tiró
en una bolsa de residuos.
Era de lo más lindo verlo leer entusiasmado
inmerso en el viaje paciente de la imaginación,
todo eso
me invitaba de a ratos a vencerme
porque no hay nadie que pueda
contra las palabras escritas así
cual hechizo sangrante de misterio.
Y después el hechizo pasó a ser parte de lo real,
de la cocina, de la mesada, del mate nuevo,
de la mano en mi cintura y de las palabras ahora dichas,
"...Debo justificar lo que me hiere
no importa mi ventura o mi desventura,
soy el poeta";
así le cabía Borges en una mano y en una boca
la sentencia de la fantasía en la que yo termino creyendo
como bolilla de sorteo que siempre es buena suerte
y es anhelo y ya no importan las letras,
y no importa vencerme porque igual gano en el podio el mayor misterio,
la mejor locura,
ningún premio, todos los premios, ningún hechizo,
todos y cada uno de ellos,
el libro ahora limpio, casi sin polvo en su tapa,
la cama revuelta
la magia cerrándonos la puerta.
escrito en Dic./2016 aprox.

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