en forma de onda bifurcada, serie de paréntesis que dicen nada,
hasta beberme a mí misma en tu boca
disociarme a cuentagotas en tormentosos vientos.
Transformando la piel en esponjas naturales
en vacíos receptivos
en manos que me tocan me tocan me tocan mil manos
que me rehacen.
Mi piel derrama arcilla fresca, mientras me dibujas los pliegues y las sombras,
el fruto de mi cuerpo y sus semillas,
en el cual vas a regar con tu miel la magia y el ritual
de millones de tribus que vivieron y viven
en cada parte perdida de continentes lejanos,
donde huelen a bosque, a mar, a humos de palo santo
donde observan seres extraños de otras dimensiones llegar en el cielo,
donde observan el cielo y lo describen en idiomas que ahora entendemos porque nos dejamos fluir.
Logbeki es la estrella de tu alma.
Oknwlapo es la caída terrestre de los astros (por ejemplo, allí, a tu lado, acaba de caer un magnetar).
Guuhka es la simbiosis entre la eternidad y las nubes que la persiguen.
Pkwijobb es el elemento esencial de toda vida.
Lkoimo es el rayo violeta de la tormenta.
Lonbkga es el sol escondiéndose en el horizonte de nuestros ojos.
Cafgripo es la negrura pre lluvia en invierno.
Hdkidi sos vos sos vos sos vos que sos todos los cielos juntos en un mismo instante cuanto me tocas y te toco cuando te miro a los ojos cuando cielo sos cuando las flores de tu boca ya no están.
escrito en Abr./2017 aprox.
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