y cuando se enciende tu letra
devora el espacio de la mía.
Así funciona, así se enciende.
La luz.
Shine.
Brillás, a leguas, a treguas, pero
cuando enciendo la luz, se encienden
las oscuridades que portamos,
esas que solemos esconder tímidamente
cuando decidimos regalar a otros más brillos para su suerte.
Cuando enciendo mi letra, se enciende la luz
del cuarto de la tuya.
Y se asemejan a cubos los focos que fosforecen
hacia varias direcciones.
Cuando enciendo la luz, se enciende la palabra
y la palabra sólo es un tonto juego
de estrellas que iluminan.
escrito en Ene./2017 aprox.
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