rompa el vidrio de la rutina
con el martillo de la juventud.
Tire hacia afuera los métodos
y abra las puertas de la percepción manualmente.
En caso de emergencia
siga los carteles de evacuación
ascienda del subsuelo de su propia peste
hágase héroe y traidor de sus propias convicciones,
rompa
las cadenas,
corra
con los pies alados,
asegúrese
de liberar lo pesado
y corra, corra más, corra sin parar
tras la vida que, en caso de emergencia,
sabe a agonía.
escrito en Mar./2017 aprox.
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