En vista de todo eso, puedo llegar a deducir que las cosas serían un poco menos difíciles si fuese piedra-papel-tijera al mismo tiempo, enajenando todo juego perverso, invadiéndome de mí hacia mí, llegando al polo negativo donde converge todo lo positivo que no encontré en muchos.
Podría deducir también que no hay refutación a dicha deducción, que la muerte lenta de la espuma del café no se asemeja a esta muerte lenta del mirar pasar el tiempo, buscando eso que perdimos, eso que no ganamos por haber sido autómatas finitos, y de sí haber sido afanosos, previsibles y mezcla de tv, luz artificial y carpetas.
Podría deducir que me importa poco, y realmente nada, que alguien entienda estas palabras entrecortadas, porque no las puedo no-mezclar; no son autómatas y no se arrepienten de no ser verdulero-entraña-birome-estructura-sonido. Son, sino, sólo eso: palabras…acercadas al límite entre lo que ésta yo quiere decir y de lo que ésta otra yo está completamente negada a expresar.
escrito en Ago./2012 aprox.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario