un montón de años de gente
pareciendo con esos largos zapatos de payaso un circo en sí mismo
contribuyendo eternamente a la globología callejera
mientras vos y yo estamos mentalmenteenmimente
en un sólo frente de batalla con todo el resto del circo del otro lado
y nadie entiende nada
lo explicaría pero sé que no entenderían nada, y me agrada tanto que nadie lo entienda,
mientras que la ley de Coulomb se sigue cumpliendo en la Física
y mientras el logaritmo neperiano de uno sigue siendo cero.
Mientras que todo suele suceder según la causa-consecuencia que nos han insertado
en el momento de nacer, como un tiro en la cabeza
y que estoy segura que no siempre es así.
Porque no es una consecuencia de alguna causa que el payaso me traiga imágenes de ayer en un espejismo.
Tampoco es consecuencia de alguna causa que los demás no entiendan; yo lo llamo simplemente, felicidad.
Hurra, nadie lo entiende.
Y hay un archivo en el esquinero que se está llenando de humedad
de cosas para hacer, cosas por leer, cosas por olvidar, tiempos pasados en un incendio temporal de los segundos que quién sabe quién maneja, o que es inmanejable…
Se supone que el payaso, el matemático que calcula el logaritmo neperiano o vos, cualquiera,
pueden saber lo que es el aire, lo que es el amor,
o lo que es un puente elevador al último unicornio parado en la nube decimoquinta de un cielo otoñal.
Pero la cuestión es si el payaso, el matemático o vos se ponen a pensar en ello.
En si el puente elevador llevará realmente a alguien a esa nube un martes cualquiera.
Vale la pena preguntárselo, mientras se adquiere un globo en forma de conejo proveniente del arte del payaso.
Mentalmenteenmimente, con una superior diferencia, vamos ganando la batalla.
escrito en May./2013 aprox.
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